“La comida, y las grandes estancias. El personal, Merche, encantadora”
“La casa está rehabilitada con muchísimo encanto (incluso puedes leer en el dossier de la habitación detalles sobre el proceso), es muy tranquila, las habitaciones enormes y confortables, y La encargada se preocupa en todo momento porque no te falte de nada. Viajamos con una niña pequeña que el primer día estaba mala del estómago y se encargó de ir a comprar unas pechugas de pollo para que pudiera cenar a la llegada. Nos ofreció hasta un calienta biberones por si necesitáramos hacer un biberón a media noche. La comida es casera y con materias primas de primera calidad, todo riquísimo. Está situado en un pueblo que está cerca de sitios muy bonitos para visitar, y si no sabes dónde ir, Te facilitarán mucha información de la zona. En general es un alojamiento que destila el mimo y el cuidado que ponen sus dueños en cada detalle.”
“Hemos pasado unos días en familia fantásticos, el hotel es precioso y lo mejor de todo es su anfitriona, Merche, nos ha tratado como si fuéramos de la familia, siempre pendiente de todo y haciéndonos unas comidas caseras espectaculares, lo recomiendo al 100%, sin duda alguna volveremos. Gracias por todo Merche ha sido un verdadero placer.”
“La dueña del establecimiento ofrece un trato personal excelente, preocupándose de que no nos faltase de nada y que la comida servida fuese de nuestro gusto (la cual fue perfecta, tanto en calidad, cantidad como presentación). También nos recomendó que hacer por la zona. Nos alojamos en la suite, teniendo ante nosotros una habitación enorme con salón, dormitorio (una cama brutalmente cómoda donde duermes del tirón) y un baño amplio con una buena ducha. Todo limpio y perfecto. El lugar es rustico pero cuidado al detalle, ofreciendo una estancia agradable con aire hogareño. Ya tenemos donde hospedarnos cuando volvamos por la zona.”
“Siendo Merche tan agradable, auténtica y artística en la cocina como lo es probablemente cualquier sitio llevado por ella gozaría de buena reputación. Pero la Casona del Solanar es, además, una casa de 500 años de antigüedad reformada y modernizada por la misma familia que está llevando el hotel. Ha sido un verdadero placer ver y vivir durante un par de días el exitoso proyecto de toda una vida en un entorno de mucha paz y ternura y de nuevo, excelente gastronomía. Hasta la próxima Merche, un abrazo desde Barcelona. ”
“La casa és preciosa, hi la atenció es excel·lent, ets sent com una invitada, més que com un client.”